An Wei: la historia detrás de la servilleta

Nacido en Madrid y de origen chino, An Wei era un niño que ocupaba sus ratos libres dibujando en las servilletas que encontraba en el restaurante de sus padres. Ese “pequeño” que pintaba y cuyo talento pasaba desapercibido para el mundo se encontró un día con que su vecino Fernando, tras ver su talento plasmado en servilletas, decidió presentarle a un “pintor de verdad” llamado Mariano para que le enseñara a desarrollar mejor su creatividad e ideas.

Junto con él, An aprendería a respetar y querer al arte, convirtiéndose en uno de los pintores y artistas de Street Art con más talento de nuestro país. Sus obras, que según él son un reflejo de la sociedad en la que vive, han cruzado fronteras haciendo que la gente que las conoce reflexione sobre las relaciones de poder y el lugar del arte en el mundo.

Con motivo de la iniciativa Arte con Punch, An ha creado la obra “Still Punch”, con la mítica botella de Ponche Caballero como protagonista y en la que  los principales ingredientes del licor están perfectamente integrados.

En nuestro blog tenemos hoy un #EncuentroConPunch con An Wei, y esto es lo que nos ha contado:

Empezaste a pintar sentado en las mesas del restaurante familiar, ¿soñabas ya entonces con convertirte en artista?

Nunca me planteé qué iba a ser de mayor: pintaba desde pequeño por inercia y necesidad de evadirme. Explicándolo de otra manera, era más por el acto que por un fin.

Tu primer profesor de este arte fue Mariano, el amigo de un vecino tuyo. ¿Tus obras actuales tienen algo de él? ¿Qué recuerdos guardas de tu etapa junto a él? 

Mariano me transmitió la pasión por la pintura, me enseñó las técnicas de la pintura tradicional española. Digamos que me dio las herramientas necesarias para desarrollar después mi propio imaginario. Esa etapa la recuerdo con mucho cariño, me acuerdo de que entraba a su taller y me olvidaba de todo… ¡De hecho, tenía que poner una alarma porque siempre se me pasaba la hora!

¿De dónde saca la inspiración An Wei?

 De la vida cotidiana, de todos los estímulos que me rodean, mezclado con mis vivencias personales.

A la hora de crear, ¿tienes algún ritual o manía inconfesable?

Para mi es imprescindible dar con la música que me apetece escuchar en ese momento. A veces he tardado hasta dos horas buscando…

Si fueras un cuadro o una obra artística, ¿cuál te representaría mejor?

Baco, de Caravaggio es uno de mis cuadros preferidos porque aparte de su gran belleza pictórica, en él se ve un tratamiento de la figura y el bodegón a partes iguales.

En este cuadro se representa la fugacidad del ser humano en los pequeños detalles de los objetos en la composición. Otro punto interesante, es la humanización del dios Baco, hasta tal punto que parece un joven borracho ofreciéndonos su copa. Para mí en esta pieza el gozo y la vida se encuentran en un mismo instante. Masterpiece absoluto.

Por último, si pudieras conocer y compartir un Ponche Caballero con cualquier artista de la historia, ¿a quién elegirías y por qué?

Con Pier Paolo Pasolini, por su particular visión sobre el mundo. Seguro que tendríamos una charla interesante.


 

Ponche Caballero es una marca fiel a su esencia desde hace más de 180 años. Siempre ha creído en sí misma, manteniendo las ideas claras, como An, protagonista de nuestra entrevista, quien desde joven tuvo claro cual era su pasión, dedicándose en cuerpo y alma a la pintura.

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