Ana Muñoz de Dios: una segunda oportunidad para todos

Ana Muñoz, de la Fundación Integra, es la cara y voz de un sueño: que cualquier persona que busque ayuda alcance su plenitud personal gracias a un empleo digno que le permita recuperar su independencia, su autoestima y su sentido de utilidad. En palabras de Ana, “intermediamos entre las empresas y las entidades sociales”. De este modo, “no sólo conseguimos la inserción laboral, sino también una integración real en la sociedad”.

Ana no es una figura corporativa lejana, sino que sigue el día a día de la organización personalmente: conoce desde cero la labor que las personas de la fundación realizan y a sus beneficiarios.

Además, esta mujer todoterreno, durante sus 17 años de andadura en la fundación, ha tenido y criado a cinco hijos, compaginando su vida personal con la profesional, dedicándose a ambas en cuerpo y alma.

La Fundación Integra ayuda a personas en riesgo de exclusión social a reinsertarse en el mundo laboral. ¿Cuál es tu papel en ella?

Mi papel es liderar el gran equipo de profesionales que trabajan al servicio de nuestra labor de ayudar a las personas que se encuentran en exclusión severa a retomar las riendas de su vida. Ante todo, el motor de la Fundación es la persona y esto hace que todos, incluida yo, conozcamos muy de cerca la vida y la historia de cada una de estas personas, y que las acompañemos desde que entran por la puerta de la Fundación hasta que empiezan a trabajar y a vivir una nueva vida.

Todos merecemos una primera (y una segunda) oportunidad, ¿cómo “convencéis” a las empresas de esto?

Las empresas forman parte del tejido social y tienen la responsabilidad y la capacidad de liderazgo suficiente para poder, con pequeños gestos, aportar mucho a la sociedad.

Al principio es difícil romper las barreras, pero sólo tenemos que conseguir un primer contrato porque cuando ven el valor de esta oportunidad y el beneficio, solo quieren contratar a más. El empleo es consustancial a cualquier empresa porque necesita cubrir puestos de trabajo, y ¿por qué no dar una oportunidad a personas que desde el anonimato pasan una selección de personal y se integran en la empresa como cualquier otro empleado?

Las personas que han vivido en la exclusión y quieren comenzar de nuevo, aprovechan al máximo la oportunidad que les da la empresa, y dan el 100% de sí mismos. En el 90% de los casos reciben valoraciones positivas por sus superiores.

Los testimonios de vuestra web demuestran lo agradecidas que están las personas a las que habéis ayudado, por todo lo que han podido conseguir gracias a vosotros. Pero ¿qué te aportan estos testimonios? ¿Hasta dónde influyen en tu día a día y en tu vida laboral y personal?

Cada persona es un regalo inmenso y es un impulso para seguir trabajando y creciendo cada día. En Fundación Integra creemos en la persona de forma integral para que a través de un trabajo puedan retomar las riendas de su vida y ser los protagonistas de la misma. Hablamos de mujeres que han sufrido violencia de género, prostituidas o/y traficadas, personas sin hogar, ex drogodependientes, reclusos y ex reclusos…

Más allá de las necesidades económicas, ¿por qué crees que es tan importante buscar un trabajo para estas personas?

Un empleo para ellos es mucho más que una ocupación y un sueldo. La reinserción de estas personas en la sociedad a través de un empleo hace que sean visibles. Un trabajo supone una mejora en su salud, sus relaciones personales y se convierten en referentes para otras personas que también quieren salir de la exclusión. Para personas que han pasado por situaciones muy complicadas, que se sienten hundidas y creen que no sirven para nada… una oportunidad laboral les sube la autoestima y les da la fuerza suficiente para retomar las riendas de su vida.

Has cumplido el sueño de cerca de 11.000 personas. ¿A ti te queda algún sueño por cumplir?

Mi sueño es que no existiera la Fundación porque no hubiera nadie que necesitara nuestra ayuda, que no existieran personas en exclusión.

Y para acabar, ¿con quién compartirías un Ponche Caballero?

Lo compartiría con todas las personas que hacen que esta labor sea posible: con nuestros beneficiarios, con el equipo de Fundación Integra y como no, con nuestros patronos, con las entidades sociales y las empresas comprometidas con nuestra labor, porque sin ellas, nuestra misión no sería posible.     


Ponche Caballero es una marca fiel a su esencia desde hace más de 180 años. Siempre ha creído en sí misma, manteniendo las ideas claras, como Ana, protagonista de nuestra entrevista de junio, quien realiza un trabajo constante en la búsqueda de un bienestar social para todas las personas en riesgo de exclusión social y laboral.

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