El padre de la rumba catalana, Peret, visitaba El Puerto de Santa María en los años 60, donde Ponche Caballero lo contrató para promocionar la marca a través de anuncios publicitarios de la época. En los años 70, Las Mellizas protagonizaban el icónico tema «Caballero, Caballero, Ponche Caballero», un éxito que marcó la época. Luego, en los 90, artistas como Azúcar Moreno, junto a Raimundo Amador, Rafa Abitol de La Unión y Peret, revivieron la canción, mientras que figuras como Chenoa y Paulina Rubio también dejaron su huella en esta melodía legendaria, que ya forma parte de nuestra cultura popular.
En 2024, La Húngara; cantante flamenca que marcó a toda una generación y que recientemente volvió a deslumbrar con su último trabajo junto a C. Tangana, toma el testigo, fusionando su arte y pasión con un producto que sigue siendo un símbolo en España. No solo ha reinterpretado el famoso jingle de Ponche Caballero, sino que ha diseñado una edición especial de la botella, inspirada en el alma de su tierra, Andalucía. Su autenticidad y su arte flamenco. «Saber vivir» es mucho más que una frase, forma parte de nuestro ADN: vivir con pasión los momentos compartidos, celebrar la música y honrar nuestras raíces.
Porque en España, sí, sabemos vivir. Es parte de nuestra esencia. No solo disfrutamos la vida, lo hacemos con una alegría contagiosa, apreciando cada instante con familia y amigos. Ponche Caballero, como marca profundamente española, recoge ese espíritu. Desde sus orígenes, ha reflejado una forma de vida en la que lo sencillo se convierte en extraordinario, donde las tradiciones son tan importantes como las personas con quienes las compartimos. Aquí, no solo vivimos, celebramos la vida con pasión, tradición y un sentido único del presente.
Con La Húngara como embajadora, reafirmamos lo que nos define, lo que nos une y lo que nos hace únicos. Ponche Caballero es saber vivir.